Friday, September 22, 2006

This life

Estoy encabronadísima por asuntos de trabajo.
¡Cuanta tensión, caray!
Pero ya... siempre soy yo la que se estresa y se tira al drama y estoy harta. Por eso ayer le pasé el paquete a mi jefe y que él lo resuelva. Yo no quiero tener gastritis. No ahora. No tan joven y teniendo que recomendar restaurantes. Quiero postergar un poco más todos esos males de los que se hace uno con esta vida hecha de escalafones. No puedo joderme tanto cuando apenas voy iniciando el camino al que estamos condenados: trying to make ends meet, trying to find some money then die…

Por eso me voy de fin de semana a San Miguel de Allende. Aunque tenga que correr entre vaquillas y turistas (más de los habituales). Mañana veré a Robin y a Sam... y, si se deja, también a M. to take him down the only road I've ever been down, para que ahí recobremos fuerzas a base de una noche entera de cantinas locas -the places where all the veins meet, yeah-, y de caminatas nocturnas en el piso empedrado. Buscaré el lugar donde la puta gorda y la puta hombre nos acosaron y le invitaron cervezas “al güerote” y ahí pediré una ranchera. I need to hear some sounds that recognize the pain in me, yeah.

I let the melody shine, let it cleanse my mind. Sólo serán dos días, pero es algo que casi nunca me permito y ahora sí. I feel free now.

Y con M. no sé qué pasará, pero algo habrá de suceder. I'm a million different people from one day to the next y entonces las posibilidades se multiplican.

Estoy encabronadísima, pero también estoy feliz. Tengo esperanzas que sé que no me llevarán a ningún lado. Camino por lugares escarpados a los que subo sólo para caer y, hoy cuando menos, no me importa. Porque así es esto, porque así se aprende, porque –llorando o riendo- así lo he decidido yo.

It's a bittersweet symphony this life.




[bittersweet symphony, the verve]

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Tuesday, September 12, 2006

Je suis perdue

Me fui de vacaciones hace unas semanas y regresé como ausente. No he tenido tiempo ni de ver las fotos, ni de platicar los detalles, ni de nada. Aún así me acuerdo con qué gusto preparé mis maletas, abordé el avión y vi a la ciudad que amo convertirse, en instantes, en un impresionante cúmulo de puntitos de luz. Me gustan los aviones. Me gusta viajar.

El aterrizaje no me encanta, preferiría volar siempre. Claro, no me molesta que, al llegar, un hombre tenga mi nombre anotado en un letrerito y me lleve a mi hotel. La cama es suave, el gimnasio está cerca, el desayuno promete. Quisiera que mi vida fuera así de relajada todos los días (¿o no?). No importa. Me gusta soñar.

En Zacapa me encontré con algunos de mis primos. Me llevaron a una cantina. Zacapa es un lugar muy extraño, hay violencia, narcotráfico y magia negra (ahora que lo pienso es muy normal). La decadencia nos alcanzaba en todos lados. Tomamos y tomamos una especie de bloody mary bastante pegador que preparó mi prima. Fuimos al puente. El río estaba seco, pero eso no nos importó. Nada importaba. Una fumadita y ya. Eso era todo. Me gusta marihuana.

Luego estuvieron Antigua, Panajachel y la ciudad, de nuevo. El chipilín, el loroco y el cardamomo. Los dulces de J.B., duros por fuera con mielecita por dentro... muy él. Un camión descompuesto en la carretera y mis gritos (¡no quiero morir a la mitad de la selva!), la pobreza extrema, las ganas de volver y la certeza de que hay cosas, personas y lugares que uno ya no ama por lo que son, sino por lo que eran. Me gusta Guatemala.

[Me gustas tú]

Al regreso las cosas son distintas. De mi aparente reconciliación con M. no queda nada.
Lo extraño. No sé cómo separarme de él. “Parecen de Luna Amarga”, me dijo A., y es cierto. No sé cómo despegarme de su piel ni de sus besos. I am glued. Just in case I crack out. Me siento sola, triste y ajena a mi (preferiría volar siempre). Últimamente nada está bien. Nada me sale bien… and everything I touch turns to stone.


[me gustas tú, manu chao; blow out, radiohead]

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