Monday, January 07, 2008

Era tan serena [cuando me querías]

Voy camino a casa. Este camino te gustaba. Teníamos siete años menos. El viejo topaz y luego el vocho y luego el otro vocho (después de aquella pérdida total) a 100, a 120, a 190, a lo que diera. Las cervezas se acababan tan rápido. Íbamos de una tienda a otra, cada vez más borrachos. “Ya vienes por otra caguama, ¿verdad güero?”, te decían. “quierrro dos, una es parrra mi novia”. Y seguíamos la marcha y había veces que no encontrábamos ningún buen lugar o ningún amigo estaba en casa dispuesto a fiestar y entonces íbamos a los baños de las gasolineras o de los supermercados porque no podíamos volver a la universidad.

Tu cabello largo revoloteaba cuando íbamos a toda velocidad. Chocaba con tus ojos. Compartíamos las ligas del cabello. Yo usaba esa bolsa hippie que tejió J. y siempre llevaba mucho dinero, no sé por qué. No faltaba la gasolina ni el alcohol. Vivíamos en una road movie. Era como true romance, pero menos decadente. O no.

Tardamos mucho tiempo en dejar esos juegos. Íbamos al cilindro. Hacíamos el amor en el bosque o en tu casa o en la casa de amigos o en baños públicos o esa vez en el aeropuerto de chiluca o en la casa de campaña o en el carro o en donde fuera. No había vergüenza, no había nada, ¿te acuerdas? Y nos tirábamos sobre la hierba y era suave porque la tierra era tan serena cuando me querías…

Y tomé esa foto en donde parecías un Che balcánico (y es que en realidad quizá lo eres), aunque, como siempre, tu semblante delataba más bien a un Zar en desgracia.

Hicimos tantas locuras. Como esa vez que nos encerramos en tus estudio y comimos tachas y el disco de Portishead sonó como ocho veces mientras hacíamos el amor por horas y las canciones nos llegaban hasta el alma y llorábamos y nos besábamos y todo era tan real y tan etéreo al mismo tiempo. Todo era hedonismo y a lo lejos había una voz: We suffer everyday, what is it for/ these crimes of illusion, are fooling us all/ and now I am weary and I feel like I do/ It's only you, who can tell me apart/ and it's only you, who can turn my wooden heart.

Luego el tiempo nos fue cambiando. Había momentos buenos y otros la vida contigo era un infierno. Había semanas que sólo consumíamos basura, pero otras en las que había escapábamos a ese lugar que nos gustaba y armábamos rompecabezas a la orilla de la alberca y tomábamos champaña y tanto amor nos hacía sentir a punto de explotar.

Pero nos lastimamos y te fuiste. Creí estar bien. Hice lo que tú: he bebido, he procurado tener aventuras, he viajado. Nada me hace dejar de extrañarte. Nada me hace dejar de pensar que si tú no vuelves mi voluntad se hará pequeña y no quedarán más que desiertos porque, por supuesto, si tú no vuelves se secarán todos los mares.

Y no habrá esperanza ni habrá nada.


[si tú no vuelves, miguel bosé. only you, portishead]

Labels: , , ,

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Carajo, te lo dije,me encanta este blog,soy bien tu fan. Y bueno,los excesos provocan que ciertas relaciones se vuelven como parte de la piel.
beso.

7:19 AM  
Anonymous Anonymous said...

Well written article.

11:54 PM  

Post a Comment

<< Home