This life
Estoy encabronadísima por asuntos de trabajo.
¡Cuanta tensión, caray!
Pero ya... siempre soy yo la que se estresa y se tira al drama y estoy harta. Por eso ayer le pasé el paquete a mi jefe y que él lo resuelva. Yo no quiero tener gastritis. No ahora. No tan joven y teniendo que recomendar restaurantes. Quiero postergar un poco más todos esos males de los que se hace uno con esta vida hecha de escalafones. No puedo joderme tanto cuando apenas voy iniciando el camino al que estamos condenados: trying to make ends meet, trying to find some money then die…
Por eso me voy de fin de semana a San Miguel de Allende. Aunque tenga que correr entre vaquillas y turistas (más de los habituales). Mañana veré a Robin y a Sam... y, si se deja, también a M. to take him down the only road I've ever been down, para que ahí recobremos fuerzas a base de una noche entera de cantinas locas -the places where all the veins meet, yeah-, y de caminatas nocturnas en el piso empedrado. Buscaré el lugar donde la puta gorda y la puta hombre nos acosaron y le invitaron cervezas “al güerote” y ahí pediré una ranchera. I need to hear some sounds that recognize the pain in me, yeah.
I let the melody shine, let it cleanse my mind. Sólo serán dos días, pero es algo que casi nunca me permito y ahora sí. I feel free now.
Y con M. no sé qué pasará, pero algo habrá de suceder. I'm a million different people from one day to the next y entonces las posibilidades se multiplican.
Estoy encabronadísima, pero también estoy feliz. Tengo esperanzas que sé que no me llevarán a ningún lado. Camino por lugares escarpados a los que subo sólo para caer y, hoy cuando menos, no me importa. Porque así es esto, porque así se aprende, porque –llorando o riendo- así lo he decidido yo.
It's a bittersweet symphony this life.
[bittersweet symphony, the verve]
¡Cuanta tensión, caray!
Pero ya... siempre soy yo la que se estresa y se tira al drama y estoy harta. Por eso ayer le pasé el paquete a mi jefe y que él lo resuelva. Yo no quiero tener gastritis. No ahora. No tan joven y teniendo que recomendar restaurantes. Quiero postergar un poco más todos esos males de los que se hace uno con esta vida hecha de escalafones. No puedo joderme tanto cuando apenas voy iniciando el camino al que estamos condenados: trying to make ends meet, trying to find some money then die…
Por eso me voy de fin de semana a San Miguel de Allende. Aunque tenga que correr entre vaquillas y turistas (más de los habituales). Mañana veré a Robin y a Sam... y, si se deja, también a M. to take him down the only road I've ever been down, para que ahí recobremos fuerzas a base de una noche entera de cantinas locas -the places where all the veins meet, yeah-, y de caminatas nocturnas en el piso empedrado. Buscaré el lugar donde la puta gorda y la puta hombre nos acosaron y le invitaron cervezas “al güerote” y ahí pediré una ranchera. I need to hear some sounds that recognize the pain in me, yeah.
I let the melody shine, let it cleanse my mind. Sólo serán dos días, pero es algo que casi nunca me permito y ahora sí. I feel free now.
Y con M. no sé qué pasará, pero algo habrá de suceder. I'm a million different people from one day to the next y entonces las posibilidades se multiplican.
Estoy encabronadísima, pero también estoy feliz. Tengo esperanzas que sé que no me llevarán a ningún lado. Camino por lugares escarpados a los que subo sólo para caer y, hoy cuando menos, no me importa. Porque así es esto, porque así se aprende, porque –llorando o riendo- así lo he decidido yo.
It's a bittersweet symphony this life.
[bittersweet symphony, the verve]
Labels: enojo, san miguel, the verve